Cada día está más claro. Por Leopoldo Moreau
Cada día está más claro: Nisman se prestó con su "denuncia" al intento de crear una enorme conmoción pública que tuviera efectos institucionales.
Ahora el entramado mafioso que llevó adelante
ese operativo está empeñado en sostener esa conmoción pública como sea.
La famosa "denuncia" - que le fue
fabricada a Nisman implantándole colaboradores de los propios servicios - no
merecería de ningún Fiscal o Juez serio la mínima consideración. Es más,
debería ser desestimada de plano porque salta a la vista no sólo su
inconsistencia jurídica sino porque además es indudable el burdo carácter de
operación política de su armado.
Seguramente algunos funcionarios del Poder
Judicial tratarán de ayudar para se mantenga a flote por razones políticas lo
que ya está hundido desde lo jurídico. Si se sigue de cerca el hiperactivismo
de algunos de ellos en estas últimas horas es muy fácil descubrir a que vereda
pertenecen.
La sociedad argentina está enfrentada al dilema del triunfo de la
democracia o de las mafias que se han urdido alrededor de ciertos grupos
económicos, elementos de los servicios de informaciones y sectores del poder
judicial que suman su capacidad extorsiva.
En este sentido recomiendo la lectura de un
artículo - con el que se puede tener o no amplias coincidencias - del
periodista Urien Berri que hoy publica el diario La Nación.
Desnuda ese entramado desde las páginas de un medio
que no puede ser tachado de oficialista. Sé que para los que profesan sólo odio
no será suficientemente esclarecedor ni creíble pero sirve para los que no
están enceguecidos y no les gustaría ser instrumento de los que quieren
inventar un héroe donde no lo hay.
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