Las tres etapas del capitalismo global - Mariano Ciafardini especial para Con Nuestra América, 2da. entrega
Los períodos internos de la etapa globalizadora
neoliberal
En aquel ensayo del 2011 decíamos, también, que,
así como el movimiento histórico total
del capital podía apreciarse
dialécticamente en su progresión en tres
grandes etapas, cada una de ellas mostraba, a su vez hacia su desarrollo
interno, el mismo ritmo triádico general
en los tres momentos de: afirmación , negación y negación de la negación.
En particular,
respecto de la etapa del capitalismo que ahora analizamos, la
globalización, ya dijimos que se inicia en 1985-89 y su primer
período interno llega hasta aproximadamente los años 2000-2002.
La nefasta, para los pueblos, “década de los 90” fue la de la gran fiesta
del capital, la avalancha neoliberal. Su “cliché” fue la soberbia afirmación del “fin de la
historia”, basado en el librejo de Fukuyama, burda paráfrasis de Hegel, quien, desde una altura
infinitamente mayor, intentó, a comienzos del siglo XIX, cerrar el ciclo civilizatorio, con la llegada de la gran burguesía alemana
al poder y la consolidación del estado prusiano.
El primer período de la globalización fue el del
reinado de las privatizaciones, tanto en el mundo desarrollado como en el
subdesarrollado, la destrucción del estado social “benefactor”, que solo, a duras penas, en algunos países de
Europa Occidental.
Se produjo entonces la decadencia de la Rusia de
Yeltsin, con el auge de las mafias que
colonizaron importantes empresas del estado e introdujeron en Rusia y sus
adyacencias la economía ilegal a gran escala con ramificaciones a Europa y
EEUU y la asunción de gobiernos de derecha y ultraderecha en muchos de los ex
países socialistas del este europeo. La socialdemocracia mundial mostró que su socialismo siempre fue
un travestismo oportunista, ya
que, ostentando el mismo nombre
de “socialistas” o “laboristas” y sin
pudor alguno, adoptó todas las recetas
neoliberales y las puso en marcha donde
pudo con, casi, mejor eficacia que su propios creadores.
Sus principales líderes fueron los demócratas de
Clinton y los laboristas de Tony Blair.
Sus gurúes fueron los ideólogos del capitalismo bueno, como Anthony Giddens y varios premios nobeles
de economía ex keynesianos.
Los pueblos, en estos tiempos y a pesar de los
golpes sufridos en el embate que precedió
al desembarco neoliberal, no
dejaron, obviamente, de resistir: movimientos sociales, de migrantes de
desplazados y de minorías excluidas surgieron por doquier. Ejemplos más
visibles son tal vez el movimiento de
“Los sin tierra”, que hace su primer congreso en Curitiba Brasil en 1985, el
“ejército zapatista de liberación nacional”,
que genera el levantamiento de indígenas mexicano, en Chiapas en enero
de 1994, en el mismo momento en que entraba en vigor el Tratado de libre comercio de América del Norte, entre México EEUU y Canadá, con evidente sumisión de la
economía mexicana al poder de las otras
dos, el “caracazo” venezolano, de 1989, y, ya después, los movimiento
antiglobalización con su máxima
expresión en la contra cumbre de la OMC,
en Seattle, en 1999 .
No es casual que los principales movimientos anti neoliberales que señalamos se hayan
producido en América Latina ya que el emblema de la resistencia regional y global fue Cuba, inmolándose en el período
especial 1991-1997, e irradiando ejemplo
de dignidad y consecuencia por todo el continente.
Debe mencionarse también, dentro de esta
resistencia general de los pueblos, el triunfo del Congreso Nacional
Africano y su líder Mandela quien luego
de lograr su libertad después de 30 años de prisión, fue elegido presidente de Sudáfrica en 1994.
La proliferación de protestas y movimientos contra los efectos sociales de la
globalización entusiasmó, hasta el
error, a muchos teóricos de izquierda como, por ejemplo, Tony Negri o John
Holloway, quienes pensaron que esa
ebullición era el comienzo de un
movimiento sin solución de continuidad y
podía rebasar las estructuras capitalistas
de la globalización y transformar
el mundo por sí misma.
No fue así,
pero ese período de resistencias puso las bases para algo nuevo que
despuntó en el período siguiente.
Publicado por Con Nuestra América
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